Desde Malasia: La tecnología no es neutral; la políticas de TIC tampoco

Es miércoles de tarde y ya pasó la hora traicionera entre el almuerzo y el primer corte para el café. Los participantes del encuentro global de facilitadotes de GEM (Metodología de evaluación de género) están más despiertos y listos para empezar la discusión en grupos.

Es miércoles de tarde y ya pasó la hora traicionera entre el almuerzo y el primer corte para el café. Los participantes del encuentro global de facilitadotes de GEM (Metodología de evaluación de género) están más despiertos y listos para empezar la discusión en grupos.

En mi mesa somos diez personas de Chile, Kenia, Canadá, Ecuador, República Checa, Pakistán, Sudáfrica, India, Bosnia y Uruguay. Todavía soy un poco nueva en esto de las reuniones internacionales y no termino de sorprenderme ante la diversidad (de lenguas, de acento, de colores, de gestos) de la gente que me rodea. Estamos discutiendo cómo adaptar GEM a los procesos nacionales de políticas de TIC.

GEM combina evaluación, género y TIC. Se trata de una metodología que permite medir, cuantitativa y cualitativamente, el impacto de diferentes iniciativas de TIC en la vida de las mujeres. Uno de los objetivos del encuentro es adaptar esta herramienta (que tiene más de siete años de historia y ha sido probada, aprobada y vuelta a probar en diferentes regiones y contextos) a cuatro áreas: localización, telecentros, desarrollo de las TIC en áreas rurales y políticas nacionales de TIC.

El caso de las políticas nacionales de TIC es especial: GEM ha sido utilizado muy pocas veces en este contexto y sólo para poner sobre la mesa el tema del género. La tecnología no es neutra, y varios responsables de políticas de Uganda (uno de los países en que la metodología ha sido utilizada) lograron entenderlo gracias GEM. ¿Cómo dar un paso más adelante y elaborar indicadores confiables y legítimos que puedan provocar un cambio real en las políticas nacionales de TIC y, por ende, en la vida de las mujeres en su relación con la tecnología?

Sabemos que no vamos a irnos de Malasia con una respuesta sino con más preguntas, que de a poco van a adquirir la forma de una investigación con un marco político y metodológico validado por el grupo. Nos quedan dos días más para discutirlo.

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