Para quienes seguimos estos procesos desde sus inicios, tratando de ampliar las voces de sus protagonistas y transmitir al resto del mundo su importancia, era igualmente difícil prever la campaña de odio y violencia a la que nos enfrentaríamos y que tendría un amplio eco en plataformas y canales de internet.
Los Ejecutivos desarrollan leyes que, antes que asegurar los derechos en espacios digitales escudadas en la lucha antiterrorista, amplían los marcos de la censura y la persecución de defensoras y defensores de derechos humanos.