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Esta herramienta de evaluación ofrece sugerencias detalladas y recomendaciones concretas para quienes se proponen la tarea de desarrollar políticas de ciberseguridad con un enfoque de género. Este documento se construye a partir del trabajo previo de APC desde proyectos de investigación hasta campañas de activismo, en cuanto al desarrollo de un concepto de ciberseguridad basado en derechos humanos, así como en el área de la violencia de género en línea, y la ciberseguridad y las cuestiones de género. El trabajo forma parte de un marco diseñado para prestar apoyo a los y las responsables de formular políticas, y a las organizaciones de la sociedad civil a la hora de crear políticas de ciberseguridad desde una perspectiva de género.
Este marco también incluye dos documentos más y sugerimos que, quienes utilicen esta herramienta de evaluación los consulten antes de poner en práctica los principios y procesos aquí esbozados. Los otros dos documentos son:
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Un análisis de la literatura existente que explora cuál es el lugar que ha tenido la ciberseguridad como espacio de género en la investigación.
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Un documento que identifica normativas, reglas y directrices que pueden servir de apoyo a las personas responsables de formular políticas de ciberseguridad y la comunidad de activistas de esta área que busquen promover la adopción de un enfoque de género en los debates nacionales y multilaterales sobre ciberseguridad.
Tomando como base el Modelo de madurez de la capacidad de ciberseguridad de las naciones (CMM, por su sigla en inglés),4 esta herramienta de evaluación ofrece una metodología de análisis que considera el grado de madurez de las políticas nacionales en cada país. El foco se fija en las tres primeras etapas de maduración – que se conocen como “inicial”, “formativa” y “consolidada” – ya que son las más importantes para incidir en políticas. Este marco , como parte de su enfoque analítico,también adapta una herramienta para evaluar las estrategias nacionales de ciberseguridad desde la perspectiva de los derechos humanos que desarrolló Global Partners Digital (GPD).
Las recomendaciones aquí presentes son necesariamente generales y es preciso adaptarlas a cada contexto específico para que tengan sentido y se pueda ver el poder transformador de concebir la ciberseguridad desde un enfoque de género. Si bien nuestro foco está puesto en el proceso de desarrollo de políticas a nivel nacional, los principios del enfoque de género también se pueden aplicar en foros y debates regionales o globales de ciberseguridad multilateral.
Esperamos que este abordaje sea de utilidad para, entre otros actores, las personas a cargo de formular políticas y para la sociedad civil que se propongan elaborar un marco de políticas de ciberseguridad resiliente, valioso y relevante para su país.
