FSM 2006: TIC para el desarrollo local: nuevas formas de resistencia

Por Graciela Selaimen CARACAS, Venezuela,

Proyectos de hasta 1,2 millones de euros financiados por el consorcio @lis —Alianza para la Sociedad de la Información— (programa de la Comisión Europea) se están implementando en países de América Latina y Europa, en procesos de trabajo de colaboración entre organizaciones sociales, gobiernos y empresas de las dos regiones.


Compartir algunas de las lecciones aprendidas en uno de estos proyectos —la iniciativa I-Geminaciones— fue el objetivo del taller «Tecnologías de información y comunicación para el desarrollo local», realizado en la mañana de este miércoles en la Universidad Central de Venezuela. La actividad fue facilitada por Claude Henry y Frédéric Sultan, ambos en representación de la organización francesa VECAM, que coordina el proyecto I-Geminaciones, iniciado en 2004.


El proyecto I-Geminaciones parte de un principio sencillo: selecciona organizaciones de la sociedad civil en países de América Latina y de Europa para promocionar «puentes de colaboración», facilitando un proceso de desarrollo de proyectos cooperativos entre organizaciones de las dos regiones. Para cada organización que se integra al I-Geminaciones, se trata de realizar una acción con una organización «gemela» (de ahí el nombre del proyecto) que corresponda a sus expectativas y necesidades, utilizando las tecnologías de información y comunicación (TIC) como herramientas de apoyo para estos encuentros y para la comunicación entre las organizaciones. Se trata de crear una dinámica de cambios y solidaridad entre actores latinoamericanos y europeos, donde las TIC tienen un papel relevante.


Toda la metodología del proyecto está siendo documentada y la acumulación de estas experiencias estará disponible en el sitio de la iniciativa (www.ijumelage.org). Claude Henry, presidente de VECAM, insiste en subrayar que «no se trata sólo de usar las TIC para la cooperación entre organizaciones. Más que eso, queremos hacer un análisis político del proceso de cooperación, así como del uso de las TIC en este proceso. Los aspectos didáctico y metodológico del I-Geminaciones pueden ser muy útiles en distintos proyectos y políticas de inclusión digital y de solidaridad digital. Éste es un proyecto de ciudadanía, no simplemente de tecnología.»


Algunos conceptos como la propia expresión «Sociedad de la Información» fueron cuestionados por Henry: «no se puede hablar de UNA sociedad de la información, en singular. Hay múltiples sociedades de la información, cada cual con sus dinámicas, desafíos y riquezas. Tampoco debemos tratar el concepto de sociedades de la información como algo basado en computadores, redes de telecomunicaciones, etcétera. Estamos tratando, de hecho, de nuevas tecnologías para nuevas formas de relación humana.»


El cuestionamiento no partió sólo de quienes facilitaron el taller. La platea —compuesta en su mayoría de estudiantes venezolanos— también levantó cuestiones cuyas respuestas no siempre fueron fáciles. «¿Cómo incluir nuestros proyectos sociales en iniciativas de cooperación de este tipo, si ni siquiera tenemos dinero para tener acceso a internet o llegar al infocentro más cercano?», cuestionó una estudiante. Otro participante ayudó a Claude a contestar mencionando el proyecto venezolano de informática para la inclusión social, que implementó 350 infocentros en regiones pobres del país (en www.gobiernoenlinea.gob.ve). Destacó la centralidad del Estado en proyectos de esta naturaleza, como responsable por la implementación de políticas públicas que garanticen que todas las personas puedan utilizar internet.


El debate siguió, siempre tocando una cuestión central en este tipo de proyecto de cooperación: la necesidad de construir relaciones horizontales entre organizaciones de países desarrollados y en países en desarrollo, evitando así la trampa de reproducir el modelo dominador donde los más ricos saben más y tienen más poder de negociación. Frédéric Sultan y Claude Henry cerraron el taller recordando que el sistema hegemónico acaba por aislar y excluir más y más personas y grupos sociales —muchas veces, a través de las tecnologías de información y comunicación—. «Tenemos que hacer el camino opuesto» —destacó Claude—. «Tenemos que, con las TIC, fortalecer acciones colectivas y en colaboración, apoyando las organizaciones de la sociedad civil de distintos países y con distintos niveles de desarrollo a participar de las luchas contra la exclusión social. Éste debe ser un esfuerzo de las organizaciones que trabajan con TIC para el desarrollo, así como una lucha del Foro Social Mundial: esta manera de trabajar con las TIC es una forma de resistencia más.»

Autor: —- (Graciela Selaimen)
Contacto:
Fuente: RITS-Brazil
Fecha: 25/01/2006
Localidad: CARACAS, Venezuela
Categoría: Potenciar comunidades de información


« Volver