Sembrando cambios: Sostenibilidad ambiental y la importancia de potenciar el liderazgo de las mujeres

¿Cómo contribuyen los miembros de APC a mejorar la vida de su comunidad con el apoyo de los subsidios de APC? En Centroamérica, la intersección entre transformación digital y justicia ambiental ha sido una de las prioridades de Sulá Batsú durante muchos años. 

Compras nuevos modelos

porque su corta vida acabó.

Compras

aparatos diseñados para el consumismo.

A veces compras

no porque expiró

sino porque es el último que salió.

Desechas 

tabletas y celulares

no porque su vida acabó,

es porque quieres lo que tu amigo compró

Compras pedacitos de naturaleza

que un día acabará.

 

Este es el principio de un poema titulado “Esto sucede”, con el que la organización miembro de APC Sulá Batsú ilustra el potencial del trabajo de mujeres jóvenes en áreas rurales de Centroamérica. La autora, Ana Callejas, ganadora del concurso nacional de poesía de Nicaragua, es miembro de la cooperativa Tonantzin Gráfica de Mujeres con la que trabaja Sulá Batsú para promover la participación de las mujeres en una transformación digital que incorpore una perspectiva ambiental. 

"Vacío", de Ana Callejas

Esta intersección entre transformación digital y justicia ambiental ha sido una de las prioridades de Sulá Batsú durante muchos años, en su calidad de cooperativa fundada en 2005 para fomentar y fortalecer el desarrollo local mediante el uso de las tecnologías digitales, el arte y la cultura, junto con una economía solidaria. La conciencia de la sostenibilidad ambiental y la necesidad de potenciar el liderazgo de las mujeres en este ámbito va de la mano de las prioridades estratégicas de APC y alcanzó un nuevo nivel gracias al último proyecto de Sulá Batsú, “No hay transformación sin responsabilidad ambiental”. 

Promover la sostenibilidad ambiental y el liderazgo de las mujeres 

El objetivo principal del proyecto es integrar una estrategia de responsabilidad ambiental para la industria digital en el Plan Nacional para el Desarrollo de las Telecomunicaciones de Costa Rica (período 2022-2027) y cuenta con el apoyo de un subsidio de APC.

“Posicionamos la sostenibilidad ambiental como punto clave en las instituciones públicas y privadas, la academia, las organizaciones de la sociedad civil, entre otras, con un alcance de más de 1.200 personas y un porcentaje de 69% de mujeres y 31% de hombres", relató Kemly Camacho, cofundadora de Sulá Batsú, en conversación con APC. Sulá Batsú logró incluir un capítulo específico en el plan que trata de mitigar, adaptar y prevenir el impacto de las tecnologías ambientales en el país. 

A través de este proceso, desarrollaron investigaciones y generaron datos para ayudar a entender el impacto ambiental de la industria digital en Costa Rica, además de un proceso de capacitación a nivel nacional sobre el impacto ambiental de las tecnologías digitales y un fondo para iniciativas de economía digital circular. “En Costa Rica es fundamental generar políticas y estrategias públicas en forma participativa y con un enfoque multisectorial. Sin embargo, este proceso no es obligatorio, así que aún no sabemos cuáles de nuestras propuestas se establecerán en el plan final”, explicó Camacho. 

Generar modelos de negocio digitales que no sean depredadores 

Además de ejercer influencia sobre el plan siguieron aprovechando el trabajo realizado durante los años anteriores en la creación de diferentes modelos de negocios digitales “que no sean depredadores ni extractivistas”, en palabras de Camacho. En estos emprendimientos comerciales, que en su mayoría tienen la forma de plataformas cooperativas, las mujeres son líderes activas. Sulá Batsú prestó apoyó a 12 iniciativas empresariales de mujeres centroamericanas ofreciendo talleres sobre basura electrónica, consumo energético de las tecnologías digitales, extractivismo de minerales para las tecnologías digitales y acciones de responsabilidad ambiental en el sector digital, y mantuvo conversaciones continuadas – tanto por correo electrónico, como en persona – a fin de generar una mayor conciencia sobre el rol de las mujeres en el impacto ambiental de las tecnologías digitales “para que puedan ser activas a la hora de enfrentar esos retos y desafíos”. 

De las 12 iniciativas empresariales, tres siguen activas. Una de ellas es “Cooperativa de mujeres en transición” (Costa Rica), un grupo de mujeres mayores de 60 años que se reúnen para explorar formas de vender sus productos y servicios a través de una plataforma electrónica. Los productos que venden son lácteos y otros productos agroecológicos elaborados de manera sostenible. Otra es La Colmena (Costa Rica), formada por 30 mujeres jóvenes de áreas rurales de todo el país que reparar y reutilizan dispositivos electrónicos, sobre todo computadores donados por compañías transnacionales, que luego venden a precios asequibles a familias de bajos ingresos. La tercera es Tonantzin Gráfica de Mujeres (Nicaragua), formada por 25 mujeres jóvenes de áreas rurales y con muy bajos ingresos que venden sus propias obras de arte.

"Con Tonatzin, trabajamos de la mano creando arte digital como forma de expresar las experiencias e inquietudes de esas mujeres. Creamos colecciones artísticas para generar conciencia sobre el impacto ambiental de las tecnologías que se exponen en el centro cultural de Sulá Batsú para sensibilizar a las personas responsables de tomar las decisiones, las organizaciones sociales y las organizaciones ambientales sobre este asunto”, explica Camacho. “Estamos convencidas de que la expresión artística debería usarse para generar conciencia e influir en cuestiones digitales que a veces están lejos de las poblaciones a pesar de afectarlas directamente”. 

Todo este trabajo ahonda en lo desarrollado por Sulá Batsú en años anteriores, principalmente a través de la Red TIC-as, un proyecto permanente que nació en 2013 gracias al Fondo para la Igualdad de Género de ONU-Mujeres y que se enfoca en América Central, México y el Caribe. Otro ejemplo es el de “Las voces de las chicas de Centroamérica”, una iniciativa para ayudar a las mujeres rurales a encontrar oportunidades laborales en el sector de las TIC. 

Hace poco también lanzaron la plataforma “Okama Suei” (que significa “internet” en lengua cabécar), otro ejemplo del trabajo de la organización para promover las voces y la participación de las mujeres. Esta plataforma, creada en alianza con APC, CPIC, UNESCO, el programa FRIDA y la Embajada de Canadá en Costa Rica, Nicaragua y Honduras, fue diseñada a partir del conocimiento de las mujeres indígenas en Costa Rica. 

“Hay una ventana de oportunidad para integrar la visión de las mujeres en la construcción de las tecnologías que sostienen a la sociedad digital”, subraya la organización en la investigación publicada en la edición 2020 del Monitor mundial sobre la sociedad de la información, que también se enmarca en el proyecto “No hay transformación digital sin responsabilidad ambiental”. 

La desinformación afecta a las mujeres que trabajan en el área de la sostenibilidad ambiental

El tema de ONU este año para el Día Internacional de las Mujeres tiene que ver con las contribuciones de las mujeres a la sostenibilidad ambiental. La principal inquietud de APC se relaciona con saber cómo incide en el trabajo y las voces de las mujeres y activistas ambientalistas el silenciamiento de la libertad de expresión y la desinformación, de modo que le preguntamos a Sulá Batsú cómo impacta esto en su trabajo.  

“En Costa Rica, existe la creencia de que la industria digital no genera impacto ambiental porque el consumo eléctrico proviene 100% de energías renovables. Este es un ejemplo de desinformación, ya que oculta el verdadero impacto ambiental de grandes corporaciones como Microsoft, Intel, HP, Accenture e IBM en el país y hace que nuestro trabajo se vuelva más difícil de justificar”, explicó Camacho. 

"También solemos oir que este ámbito de trabajo no tiene o no requiere una perspectiva de género”, agregó. “Para contrarrestar esa noción, trabajamos con mujeres que se enfocan en la sostenibilidad ambiental y las amenazas digitales. Trabajamos sobre el volumen y el grado de los ataques que reciben, y cómo el hecho de ser siempre las perjudicadas afecta negativamente su lucha y la nuestra. Tratamos de luchar contra esta situación ofreciendo capacitación en usos más seguros de las tecnologías, generando una mayor conciencia sobre el papel de las tecnologías digitales en manos de las empresas transnacionales y aprendiendo a luchar contra estos ataques.”

 

Este artículo es una versión de la información suministrada por Sulá Batsú como parte del proyecto "No a la transformación digital sin responsabilidad ambiental", adaptada para la columna Sembrando cambios. Esta columna presenta las experiencias de los miembros y socios/as de APC que recibieron fondos del programa central de subsidios, posible gracias a la agencia Sida, y a donaciones otorgadas a través de otros proyectos de APC.

¿Te ha inspirado este relato a plantar semillas de cambio en tu comunidad? Comparte tu historia con nosotras enviando un correo a: communications@apc.org.

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