Sección J: De las notas al pie a los titulares

Por Flavia Fascendini Publicado en APCNoticias     Pergamino,

“En tiempos en que hay 200 millones menos de mujeres con acceso a internet, y donde 98% de los/as activistas por los derechos sexuales dicen que internet es crucial para su trabajo, mientras 51% de ellos/as padecen violencia e intimidación en línea, ¿cómo sería una internet feminista? Esta fue la observación concluyente que hizo Jac sm Kee de APC en el panel “Diálogo intergeneracional” durante la 59ª sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 59) en Nueva York.

Integrantes del equipo del Programa de derechos de las mujeres de APC asistieron al evento y, junto con otras muchas organizaciones, emitieron una declaración clara sobre por qué es necesario volver a priorizar la Sección J de la Plataforma de Acción de Beijing – sobre las mujeres y los medios – a medida que nos acercamos a la agenda de desarrollo post-2015. La incidencia de APC por la repriorización de la Sección J en la CSW solicitó a los gobiernos que reconozcan el papel esencial que cumplen los medios y las tecnologías de información y comunicación (TIC) tanto para promover como para coartar los derechos de las mujeres. Con ese propósito, APC elaboró 10 puntos sobre la Sección J que describen el impacto creciente de las TIC sobre varios temas de derechos de las mujeres – desde el acceso y la agencia hasta la economía y la ecología. En este artículo les invitamos a recorrer algunos de los puntos destacados de la CSW 59.


Temas fundamentales de derechos humanos de las mujeres e internet

El primer día de la CSW 59, APC organizó el panel de alto nivel “Repriorizar la Sección J de la Plataforma de Acción de Beijing: temas fundamentales sobre derechos humanos de las mujeres y niñas e internet”, en colaboración con la Misión Permanente de Estonia ante la ONU y el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda y del Instituto Nacional de la Mujer de Costa Rica (INAMU).

Entre las panelistas estuvieron Marina Kaljurand, ministra auxiliar del Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia; Alejandra Mora, titular del Ministerio de Asuntos de la Mujer de Costa Rica; Leah C. Tanodra-Armamento, subsecretaria del Departamento de Justicia de Filipinas; Alton Grizzle, especialista de programa en UNESCO; y Jan Moolman, coordinadora del proyecto Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea de APC. Joanne Sandler de Gender at Work y ex directora ejecutiva adjunta de UNIFEM moderó el debate.

El evento debatió de qué manera la violencia contra las mujeres (VCM) en línea desafía a parlamentarios/as, diseñadores/as de políticas y proveedores de servicios de internet de todas partes.

Se hizo especial énfasis en la violencia contra las mujeres, en un marco amplio de TIC y derechos de las mujeres y algunos de los desafíos y oportunidades – particularmente en relación a las Metas de desarrollo sustentable en la agenda de desarrollo post-2015.

El panel no sólo debatió sobre VCM, sino también sobre la participación y liderazgo de las mujeres en la toma de decisiones sobre TIC, educación digital y las razones por las que las TIC y los derchos de la comunicación son tan importantes para los derechos de las mujeres y cómo esto necesita atención en las Metas de desarrollo sustentable.

En base a la experiencia de algunos países, el evento identificó tendencias emergentes y las lecciones aprendidas de ellas. Uno de los temas principales del panel fue acerca de cómo los proveedores de servicios de internet pueden asumir mayor responsabilidad por la protección de la privacidad y seguridad de sus usuarios/as, así como los pasos proactivos que pueden darse para erradicar la violencia contra las mujeres en línea.


Grizzle de UNESCO manifestó que “los/as ciudadanos/as deben darse cuenta de que tienen el poder de dejar de mirar, dejar de escuchar, dejar de leer, dejar de comprar, dejar de compartir contenidos que son discriminatorios al género. Los/as ciudadanos/as deben darse cuenta de que tienen el poder sobre los medios. Debemos cambiar la cultura de cómo interactuamos con los medios y otros proveedores de información”. Y añadió: “para ser eficaces en exigirle responsabilidad de los medios, la ciudadanía necesita adquirir conocimientos competentes sobre medios e información. La ciudadanía informada puede analizar críticamente la información y los contenidos de los medios, evaluar los potenciales riesgos y oportunidades de la información y los contenidos en línea y el soporte físico, y no menos importante, involucrarse efectivamente con los medios y otros proveedores de información en procura de la buena nueva, la libertad y la incidencia contra toda forma de desigualdad”.

Jan Moolman de APC se refirió a cómo las mujeres se han empoderado mediante el uso de internet, permitiendo que las personas se construyan y representen en línea, y cómo la conexión a internet promueve y facilita la construcción de movimientos.

Kaljurand, ministra auxiliar de relaciones exteriores de Estonia, subrayó que el acceso a internet “crear posibilidades para [el ejercicio de] la ciudadanía”. Las TIC son facilitadoras, pero hay cosas que frenan este proceso, observó, incluyendo el hecho de que para las mujeres el acceso a la tecnología va rezagado, que la tecnología se usa para producir daño (VCM basada en la tecnología) y que los estereotipos de género aún abundan en los medios.

Por su parte, Alejandra Mora de Costa Rica habló sobre cómo hacer más visible el trabajo y la contribución de las mujeres en la ciencia y la tecnología.

Jennifer Breslin de ONU Mujeres se preguntó cómo lograr que los derechos de las mujeres y asuntos de TIC se reflejen en planes de acción nacionales, señalando el vacío actual y como los riesgos, amenazas y oportunidades no se reflejan en el ámbito nacional como resultado de ese vacío.

Contrarrestar la violencia contra las mujeres basada en la tecnología

Organizada por la Unión Interparlamentaria (UIP), este evento debatió de qué manera la violencia contra mujeres basada en la tecnología desafía a parlamentarios/as, diseñadores/as de políticas y proveedores de servicios de internet en todo el mundo y se evaluó qué acciones tomar para promover un uso seguro y responsable de la tecnología en línea.

El evento fue presidido por Margaret Mensah-Williams, presidente de la Comisión Coordinadora de Mujeres Parlamentarias de UIP y, entre las panelistas, estuvieron Jan Moolman de APC y Helen Rubenstein, directora de programa de Global Rights for Women. Edith-Clare Hall, estudiante británica de 17, dio testimonio de sus experiencias de VCM en línea y de las reacciones y respuestas de sus pares.

Se hizo énfasis especial en la necesidad de una legislación firme para enfrentar la violencia contra las mujeres basada en la tecnología y de la provisión de caminos de reparación. En base a la experiencia de algunos países, el evento identificó tendencias emergentes y lecciones aprendidas.

Durante el panel surgieron muchas preguntas desde el piso. Una de ellas fue, ¿cómo creamos una cultura que rechace la violencia contra las mujeres en línea? Moolman dio un ejemplo de buena práctica con la campaña ¡Dominemos la tecnología! de APC, realizada todos los años desde 2006. La campaña invita a usuarios/as de TIC – en especial a mujeres y niñas – a tomar control de la tecnología y a usar estratégicamente cualquier plataforma de TIC que tengan a mano para actuar contra la violencia de género y está abierta a toda persona que desee actuar contra la VCM y quiera explorar plataformas, habilidades y conocimientos de TIC.

Como aporte al debate, el panel mencionó la encuesta de la Unión Europea sobre VCM Violencia de género contra las mujeres: una encuesta a escala de la UE de 2014. Esta encuesta reveló que, de acuerdo con la muestra, una de cada 10 mujeres (11%) enfrentó al menos una de las dos formas de ciberacoso estudiadas (“correos electrónicos o mensajes de texto sexualmente explícitos no solicitados” y “avances inapropiados en sitios de redes sociales”) desde los 15 años de edad, y una de cada 20 (5%) dentro de los 12 meses anteriores a la encuesta. El riesgo de que las mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años de edad se conviertan en blanco de los avances ofensivos y amenazadores en internet es el doble de alto que el riesgo de las mujeres de entre 40 y 49 años.


¿Cómo protegemos a las mujeres y niñas sin hacerle el juego a gobiernos represivos que pueden utilizar esta necesidad para ejercer vigilancia?, fue otra de las preguntas. Como respuesta, Moolman mencionó el proyecto de investigación de APC “De la impunidad a la justicia: explorando soluciones corporativas y legales para la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología” y la necesidad de cautela acerca de qué clase de remedios legales solicitamos. Referido a esto, también destacó la necesidad de crear aliados entre grupos a favor de la libertad de expresión, luego de subrayar el efecto inhibidor que la VCM basada en la tecnología ejerce sobre la expresión en línea de las mujeres.

Respuestas efectivas para promover los derechos de las mujeres y la seguridad en línea

APC organizó el evento paralelo “Basta de violencia contra las mujeres en línea: respuestas efectivas para promover los derechos y la seguridad de las mujeres” en el que integrantes del equipo del Programa de derechos de las mujeres y panelistas invitadas compartieron los hallazgos del proyecto de investigación De la impunidad a la justicia: explorando soluciones corporativas y legales para la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología, luego de tres años de trabajo intenso bajo el proyecto de APC Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea. La investigación exploró la aptitud y efectividad de las soluciones legales nacionales y las políticas corporativas en relación a la violencia contra las mujeres en línea y fue llevada adelante junto con siete organizaciones asociadas de Colombia, Bosnia y Herzegovina, República Democrática de Congo, Kenia, México, Paquistán y Filipinas. En el evento se debatieron los resultados de la investigación en una conversación enmarcada en torno a las experiencias y realidades de las mujeres en el sur global.

Esta investigación presentada en el panel mapeó y analizó casos de mujeres de todo el mundo que sobrevivieron a actos de violencia basada en la tecnología, violencia que es un hecho cotidiano en la vida y experiencia de mujeres y niñas de todo el mundo. Un ejemplo es el caso de Beatrice, una mujer de 53 años que vive en Nairobi, Kenia con su esposo e hijos/as. Durante buena parte de su vida matrimonial, Beatrice fue víctima de violencia verbal y física. En el año 2000, la violencia cotidiana que padecía Beatrice se trasladó a un medio electrónico. Beatrice comenzó a recibir llamadas y mensajes de texto violentos de su esposo. Como resultado de esta violencia reiterada, la autoestima de Beatrice se vió afectada; se siente constantemente intimidada y asustada.


Durante el panel, Moolman de APC mencionó un caso de Paquistán que forma parte del proyecto de investigación Basta de violencia. Bajo el título Violencia de género en un escenario político volátil el caso relata la historia de Baaghi, una activista por los derechos humanos con una situación social y política elevada que vive en Lahore, Paquistán y que sobrevivió a amenazas en línea y a ataques físicos desde 2006. Varias facciones conservadoras consideran que sus creencias no ortodoxas son “antipaquistaníes”. Como figura pública muy conocida, Baaghi tiene presencia activa en varias redes sociales. Cuando la violencia en línea llegó a su punto más alto, Baaghi comenzó por cerrar sus cuentas de Facebook y Twitter, así como las de su hija. Baaghi intentó enfrentar la violencia de varias maneras, incluso tratando de conseguir una cuenta verificada en Twitter; sin embargo, Twitter rechazó repetidamente su solicitud alegando que no tienen más cuentas verificadas para asignar. Hoy en día, las estrategias que Baaghi usa más a menudo son el bloqueo y cierto grado de autocensura. Moolman señaló que la política de cuentas verificadas de Twitter no responde a las realidades de las mujeres – mucho menos cuando se trata de defensoras de los derechos humanos de las mujeres, como en este caso.

También está el caso de Antonia, directora de la organización feminista colombiana Mujeres Insumisas, que padeció una serie de amenazas en línea y en la vida real junto con otras empleadas de la organización. Además de las amenazas por teléfono móvil y panfletos electrónicos, la ONG recibió 12 correos electrónicos amenazadores de grupos paramilitares de Colombia intimándolas a dejar de trabajar por los derechos de las mujeres. Antonia tenía la sensación de que ella y sus colegas estaban bajo vigilancia constante en todos los aspectos de sus vidas y de que su privacidad estaba fuertemente comprometida.

Respecto de la violencia en línea y cómo ahora facilita la violencia física, Racheal Nakitare, presidente de la Asociación Internacional de Mujeres de Radio y Televisión (IAWRT) en Kenia, expresó que “el traslado de la violencia que ocurre en línea al espacio físico es algo real que asusta. Necesitamos con urgencia marcos legales que nos ayuden a enfrentar este problema”.

Las expositoras tuvieron un interesante debate sobre el uso de distintos mecanismos, como CEDAW, como una forma de responder a la VCM, y plantearon la posibilidad de usar el derecho al olvido como una solución para la violencia basada en la tecnología.

En el panel surgió la pregunta acerca de por qué sólo vemos cuerpos de mujeres en los videos sexuales. Esto produjo algunas conversaciones interesantes sobre sexo, consentimiento y patriarcado. Otra pregunta fundamental planteaba qué hacer cuando algunas mujeres – en especial jóvenes – no ven esta clase de violaciones como una expresión de violencia y por lo tanto permanecen integradas a la espiral de violencia.

Laura Bretón Despradel del Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) de República Dominicana, observó que “en este momento, lo más importante que necesitan saber las mujeres es hasta dónde compartir información en internet y cómo protegerse en las diversas plataformas tecnológicas”.

Diálogo intergeneracional

El 13 de marzo, ONU Mujeres organizó un panel de alto nivel que reunió a activistas por la igualdad de género de varias generaciones para discutir estrategias y perspectivas que puedan acelerar el logro de la igualdad de género hacia 2030.

Allí, la directora del Programa de derechos de las mujeres de APC, Jac sm Kee pronunció un discurso conmovedor. “Hace veinte años, cuando se elaboró la Plataforma de Acción de Beijing, era el documento global más visionario en cuanto al reconocimiento y la comprensión del potencial de las tecnologías de información y comunicación para transformar el poder y desmantelar la desigualdad de género. Hoy, 20 años más tarde, ¿dónde quedó la conversación? Las TIC quedaron relegadas a las notas al pie, despriorizadas e invisibilizadas – como si fuesen algo que sólo corresponde a tecnócratas o instituciones académicas, un asunto mayormente de STEM (acrónimo de ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas), pero no algo para nosotras, mujeres y niñas, activistas y militantes que usamos y nos involucramos con la tecnología todos los días”.

Kee cuestionó el lugar en el que se ubican y enmarcan las TIC en un foro como CSW. Se preguntó: “¿Aparecen como un tema central, una revolución política que permite que una mujer VIH+ de Uganda cambie la forma en que su aldea se relaciona con ella porque puede acceder a información a través de su teléfono? ¿O algo que ayuda a una persona transgénero de Sudáfrica a reconocerse a sí misma y a encontrar médicos, información sobre salud y una comunidad que la apoya en su viaje de transición? ¿O un espacio donde activistas feministas del sudeste de Asia pueden movilizarse para comunicarse y trazar estrategias junto con otras en pos del cambio político y la construcción de la paz más allá de las fronteras? ¿O se las ve como un asunto principalmente al servicio de la economía – que la forma en que las mujeres y las niñas se relacionan con la tecnología es principalmente para la producción, acumulación de capital, hallar mercados y la ‘mercantilización’ de nuestros cuerpos, energía e imaginación?”

Sostuvo que la pregunta es crucial a medida que nos acercamos hacia la agenda de desarrollo post-2015 y articulamos metas de desarrollo para terminar con la discriminación y la desigualdad. “Tecnología y TIC no se tratan tan sólo de desarrollo económico, sino de cómo podemos controlar nuestra vida, nuestro cuerpo, las relaciones con nosotros y nuestra comunidad y nuestras reglas de compromiso”.

Cerró su intervención con una pregunta resonante que luego el panel eligió para debatir: “En tiempos en que hay 200 millones menos de mujeres con acceso a internet y donde el acceso de las mujeres se prioriza principalmente a través de los confines estrechos de la telefonía móvil, donde las activistas y defensoras de los derechos de las mujeres rara vez irrumpen en los debates en espacios de gobernanza de internet, y donde 98% de los/as activistas por los derechos sexuales dicen que internet es crucial para su trabajo, mientras 51% de ellos/as padecen violencia e intimidación en línea, ¿cómo sería una internet feminista?

Cambiar las normas sociales para lograr igualdad de género

El panel oficial Implementación de la Plataforma de Acción de Beijing – Cambiar las normas sociales para lograr la igualdad de género: expectativas y oportunidades llevado a cabo el 16 de marzo, consideró los diversos aspectos de las normas sociales y estereotipos que condonan y perpetúan la desigualdad de género y la discriminación. El panel también revisó las expectativas y oportunidades para facilitar el progreso hacia la igualdad de género mediante la acción positiva y el cambio de las normas sociales. Todo esto aportará al sumario de la presidencia, que contendrá recomendaciones para contribuir a acelerar la implementación de la Plataforma de Acción en el contexto actual.

Fueron muchas las preguntas cruciales que surgieron, entre ellas, cómo pueden usarse las TIC y las innovaciones tecnológicas para abordar las normas sociales y los estereotipos de género que perpetúan la desigualdad y la discriminación y cuál es el rol de las organizaciones populares en este sentido.

Entre otras presentaciones, Elisa Salinas, productora de televisión y películas de reconocimiento internacional y fundadora de “The Women’s Project” en México, habló sobre cómo desafiar los estereotipos sobre sexualidad y género y derechos de las mujeres en los medios y en el cine.

Dafne Sabanes Plou, coordinadora para América Latina del Programa de derechos de las mujeres de APC enfatizó en su presentación que, para las mujeres, internet es una esfera pública vital donde pueden cuestionar el contenido de los medios dominantes y su representación política. “Las mujeres han encontrado en internet una plataforma pública crecientemente crítica para recuperar la ciudadanía y las libertades civiles, incluyendo los derechos de las mujeres”.

Sabanes Plou mencionó la campaña ¡Dominemos la tecnología! de APC – que recibiera recientemente un premio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones – como un ejemplo del potencial transformador de la tecnología para desmantelar normas y actitudes patriarcales que sostienen la desigualdad de género sexual. “La campaña demuestra que las mujeres pueden converger y trabajar creativamente desde una perspectiva feminista y liberadora para tomar el control de la tecnología en el activismo contra la VCM en línea y física, y mucho más”, afirmó.


“En nuestra reciente investigación sobre violencia contra las mujeres en línea, hallamos que gran parte del impacto de la VCM en línea proviene del costo de la vergüenza que con frecuencia padecen las mujeres. No tienen control sobre sus cuerpos y sexualidades – son arrebatadas en situaciones como la extorsión sexualizada mediante la publicación de imágenes/videos. Y en nuestra investigación sobre sexualidad e internet, hallamos que un aspecto importante de este cambio consiste en posibilitar que las mujeres y las niñas, incluyendo personas LGBTIQ, adquieran control sobre internet para cambiar las normas sobre sexualidad a fin de poder tener control sobre cómo ésta se valora y define”, añadió.

“Nos gustaría exhortar a una repriorización de la Sección J, incluyendo la provisión de recursos, objetivos e indicadores claros para las metas de desarrollo sustentable que incluyan acceso y control de las TIC para la toma de decisiones, transformación de normas sociales discriminatorias y favorecer la autonomía y la plena realización de los derechos humanos de las mujeres y las niñas”, concluyó.

¡Nada de nosotras sin nosotras!

Representantes de organizaciones feministas y de mujeres y de aquellas que trabajan para promover la realización plena de los derechos humanos de mujeres y niñas expresaron su indignación por la forma en que fueron excluidas tanto de la negociación de la declaración política como de la resolución sobre Métodos de trabajo de la CSW.

“En un contexto de ataques crecientes a los derechos humanos de las mujeres y niñas y de una restricción del espacio para la sociedad civil en todos los niveles, de lo nacional a lo global, estimamos a la CSW como un lugar donde podíamos expresar nuestros puntos de vista e influir en el desarrollo de políticas fundamentales que afectan nuestra vida y futuro”, declararon. “En cambio, pareciera que los gobiernos tienen la intención de cerrar incluso esa puerta tratando de limitar la participación robusta de organizaciones no gubernamentales (…) Pareciera que tienen la intención de discutir todo sobre nosotras, sin nosotras,” observaron las organizaciones firmantes.


“No venimos a la CSW para asistir a eventos paralelos. Acudimos a la CSW para que nuestros gobiernos asuman la responsabilidad de los compromisos que adquirieron para garantizar la igualdad de género, eliminar toda forma de discriminación y violencia contra nosotras y alcanzar la plena realización de todos nuestros derechos humanos”, dice la declaración.


A fin de garantizar la relevancia continua de la CSW en la vida de mujeres, la declaración plantea exigencias claras respecto de los Métodos de trabajo y llama a ONU Mujeres y a los estados miembro “a que nos acompañen para asegurar nuestro lugar en la mesa de toma de decisiones, para asegurarnos de que nada se discuta de nosotras sin nosotras”.

Para leer y saber más

Principios feministas para internet

Informe para Beijing+20: La mujer y las tecnologías de información y comunicación

How technology issues impact women’s rights: 10 points on Section J

Nothing about us without us! Statement on the CSW Methods of Work Resolution

Statement of outrage and resistance from the Coalition of African Lesbians (CAL) at the 59th session of the Commission on the Status of Women

CSW59: Gender, media and communication are intrinsic to who we are!

Selección de documentos relacionados con la Alianza Global sobre Medios y Género (en inglés)

Lee los hallazgos de nuestra investigación:

Domestic legal remedies for cases of technology-related violence against women
Improving corporate policies to end technology-related violence against women
4 razones de lucha para las víctimas de violencia relacionada con la tecnología al intentar obtener justicia
Mapeo de VCM relacionada con la tecnología – 8 datos importantes

Puedes encontrar una lista completa de lecturas preliminares para CSW 59 aquí (en inglés)

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Una recopilación de AWID (en inglés) aquí .



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