Por AL TOULOUSE, Francia,
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En un país donde la mayoría de las personas viven por debajo de la línea de pobreza absoluta, donde la crisis política y la violencia han arrasado con las instituciones sociales, ¿tiene sentido abocarse a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)? Alternatives, miembro canadiense de APC, cree firmemente en esta apuesta.
La historia se remonta a los años 1980, cuando Alternatives comenzó a apoyar el trabajo de varias ONG locales. A partir de 1998 comienza a desarrollar proyectos propios de reconstrucción y rehabilitación en distintas zonas del país y en 2002 la ONG canadiense abre una oficina en Kinshasa, donde trabaja en coordinación con el gobierno.
El atraso de la de la República Democrática del Congo (RDC) con respecto al acceso y la utilización de TIC fue identificado tempranamente como un factor limitante. Con el objetivo de aumentar la visibilidad de las ONG congoleñas, en marzo de 2003 Alternatives lanzó el portal SocieteCivile.cd (http://www.societecivile.cd), que catapulta al mundo información sobre más de 400 organizaciones.
En 2005, con la llegada de la Dinámica multisectorial sobre TIC (DMTIC), Alternatives demostró que la sociedad civil, los medios de comunicación, el gobierno y el sector privado eran capaces de trabajar juntos para desarrollar e implementar una política de desarrollo de TIC en RDC. Se trató de una experiencia de gobernanza exitosa, que tuvo como resultado la creación de una nueva estructura de cooperación. Un encuentro panafricano, organizado en conjunto con APC, culminó con la elaboración de un plan estratégico para la DMTIC, actualmente en ejecución.
Sin embargo, queda mucho por hacer. Actualmente Alternatives está trabajando en nuevos proyectos para que, poco a poco, el acceso a las TIC en RDC deje de ser una utopía inalcanzable. Uno de ellos consiste en extender y desarrollar las acciones de la DMTC en los próximos tres años, con el apoyo de APC y de la ONG británica Computer Aid Internacional. Esta iniciativa cuenta con dos ejes principales: la implementación de una política de desarrollo de TIC y el suministro de equipamiento y formación para las ONG locales.
Una política de desarrollo de TIC implica condiciones mínimas de acceso e infraestructura que en este momento están lejos de ser una realidad en RDC. Esto debe estar acompañado de una formación continua de la población, para que pueda ser capaz no solo de utilizar estas herramientas sino también de apropiarse de ellas. Este primer eje permitirá, a su vez, el compromiso del gobierno en el proceso de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI) para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). [Por más información sobre el proceso de la CMSI, visitar el sitio http://wsisdrc.gn.apc.org, creado por Alternatives].
Para lograr impactos reales en el desarrollo local las ONG necesitan identificar objetivos comunes y coordinar acciones. ¿Cómo hacer esto posible sin una infraestructura de comunicación básica? A esto apunta el segundo eje del proyecto, precisamente a través de una acción conjunta. En colaboración con Computer Aid International se pondrá a disposición de las organizaciones equipamiento y formación a precios muy por debajo de las ofertas comerciales. Con esta metodología se refuerza la autonomía financiera de las ONG y se estimula la renovación de fondos para extender el programa.
El objetivo último este proyecto es democratizar el acceso a las TIC en RDC y transformarlas en una verdadera arma de empoderamiento. Si la igualdad entre los sexos no es explícitamente abordada estos propósitos se quedarán a medio camino. Estrategias concretas de reducción de desigualdades entre hombres y mujeres serán implementadas transversalmente en ambos ejes del programa, teniendo en cuenta la marginalización histórica que han vivido las mujeres en este país.
En relación al desarrollo de las políticas de TIC, se favorecerán las prioridades e intereses de las mujeres. Todo documento proveniente del proceso de reforma deberá establecer objetivos claros en materia de igualdad entre los sexos y mecanismos y recursos precisos para su implementación. En cuanto al programa de abastecimiento informático y formación, se tendrá especial cuidado en incluir a organizaciones que trabajan para mejorar la condición de las mujeres entre los beneficiarios (en una justa proporción) y en que en cada instancia las mujeres sean siempre mayoría. De esta manera se completa un círculo beneficioso, ya que las mujeres estarán mejor capacitadas para intervenir en el diseño e implementación de políticas que tengan en cuenta sus necesidades.
